Los orígenes de esta actividad se remontan al año 1878, en Marsella, donde se organizó el primer congreso internacional de salvamento.
Surge, en un primer momento, por la necesidad de los guardavidas de mantenerse bien entrenados física y psicológicamente para ejercer su profesión.
Este deporte, es una de los pocos que tienen propósito humanitario: el de prevenir víctimas de ahogamiento, y salvar vidas.
La Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), o bien su homónima internacional YMCA, brinda esta formación profesional desde 1906, siendo la primer escuela de Salvamento de Argentina; que en 1969 se convertía en Escuela de Guardavidas. Incorporada en 2005 a la enseñanza oficial terciaria como “Instituto de Formación Superior YMCA”.
El mismo se divide en dos grandes áreas: En piletas, llamadas pruebas “indoor”, y en playas, llamadas “outdoor”, ambas, se correlacionan con la actividad del guardavidas profesional. Se requieren diversas habilidades físicas, ya sean de fuerza, velocidad y resistencia. Además, se agregan elementos como: tubos y tablas de rescate, aletas, maniquí, cabuyería, y surf ski (kayak apto mar).
Todas las pruebas de este deporte simulan situaciones de rescate, incluyen técnicas que se emplean en situaciones reales